Qué fue de ti, de tu esplendor, de tu belleza cuando te encerraron y te quitaron la libertad de cantar, de reír, de soñar... dónde quedó tu sonrisa, aquella que me enamoró hace ya tiempo y que los años se ocuparon de marchitar...
Te veo sin luz sin alegría, te veo derrotada, sin ganas de luchar, sin ganas de vivir y yo sin poder hacer nada, ¡yo te diera mil abrazos y mil besos y tu llama volvería a encenderse...!
Mas no, no es posible, estoy alejado de ti, como el Sol y la Luna; cuando yo voy, tú vuelves y así yo nunca puedo verte...
Y así yace la vida, viviendo cada día pero sin vivir, porque estamos muertos, la tumba nos llama a los dos...
Se apagó tu esplendor y sin ella mi vida se acaba...
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