domingo, 3 de enero de 2016

ROMANCE DE LOS OJOS OCULTOS

¿Por qué escondes
tus ojos negros?
Déjame verlos, por favor,
que si no, me muero.

Brillan dos estrellas
en la noche del cielo,
son tus ojos, niña,
que me dejan ciegos.

Es mi condena
el verte de lejos,
y diera mi vida
si juntos nos vemos.

Ahogados mis ojos
están cuando te veo,
que sufro tanto que
de lágrimas las lleno.

No me escondas más
tus ojitos negros,
que los quiero ver, por favor,
si no, me muero.

Admiro tus labios,
tus labios tiernos
yo querría tocar
con un dulce beso;

mas tus lindos ojos
antes yo prefiero
aunque no los toque
ni pueda ¡ay! verlos.

Me robaste el corazón,
me robaste el cuerpo,
no me los devolvistes,
yo de ti no me quejo.

No sé por qué escondes
tus ojos que tanto deseo,
dejámelos ver, por favor,
que si no, me muero.

Vivo en una oscuridad
perpetua, todo está negro,
dame la luz de tus ojos,
yo seré feliz, sólo con eso.

Pasan tan raudos los años,
la juventud, sin quererlo,
se va tan aprisa que
la senectud viene al acecho,

después viene la tumba, do
se olvida lo que hemos hecho;
el ayer pasó, el hoy está aquí,
disfruta el momento.

¿Por qué, pues, escondes
tus ojos negros?
¡Dejáme verlos, por Dios,
que si no, me muero!


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